8 notas para ti, mujer, si vas a tener una cita con un chico judío liberal


A veces recibo mensajes de chicas no-judías que me piden consejos acerca de cómo lidiar en una cita romántica con un hombre judío. Yo sólo puedo hablarles de cómo nos comportamos los varones judíos liberales, ya que es la clase de población judía con la que trabajo.

Por múltiples razones, hoy día muchos judíos liberales e independientes recurren directamente a las redes sociales de contactos de parejas (del tipo Badoo, Tinder, MiuMeet, etc.). Sé que muchas relaciones amorosas entre varones judíos y mujeres no-judías no terminan bien, son pocos los casos exitosos en los cuales esa relación terminó convirtiéndose en un maravilloso y feliz matrimonio interreligioso (algunos de los cuales he tenido el honor de oficiar sus bodas). Después de todo, y esa es mi experiencia propia, el amor verdadero, ese que viene de Dios Bendito e inspirado por Él, supera toda clase de barreras, incluso las religiosas y las raciales.

He querido escribir este shiúr para las chicas no-judías (y por qué no? También para las mujeres judías que lo requieran) que se encuentran con un varón judío liberal que las encantó y quisieran salir con él, y no llevarse una sorpresa en el proceso. Así que, chicas: tomen nota antes de salir con un varón judío, y tengan seriamente en cuentas estos apuntes.

1. ESTO ES OTRO MUNDO, OTRA CULTURA, OTRAS TRADICIONES.

Eres de las que dice que “todos los hombres son iguales?” Si eso es cierto, entonces para qué te tomas tantas molestias escogiendo uno?

Los judíos somos mucho más que una religión, somos una nación, un pueblo. Así que al salir con un judío, tú estás teniendo contacto con otro mundo totalmente diferente: “¿Y en qué se conocerá aquí que he hallado gracia en Tus ojos, yo y Tu pueblo, sino en que Tú andes con nosotros, y que yo y Tu pueblo seamos apartados de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra?” (Sh’mot/Éxodo 33, 16).

No le puedes pedir a un judío que se comporte como los no-judíos, ni que piense, coma, sienta y hable como lo hace un no-judío. Tenemos nuestro propio idioma nacional, nuestras propias costumbres, tradiciones y leyes. El éxito de la supervivencia del Pueblo Judío a lo largo de los milenios, ha sido justamente nuestra lealtad a este legado que nuestros antepasados nos heredaron.

Eso implica que, antes de salir con un varón judío, deberías estudiar un poco de Cultura Judía para no meter la pata! Si eres cristiana (católica, ortodoxa, protestante), el tema debería interesarte aún más porque el Judaísmo es la Religión Madre, porque el Cristianismo fue fundado por judíos. Internet dispone de cientos de recursos serios y objetivos sobre Judaísmo en sus diferentes líneas de observancia: ortodoxo, conservador, reformista clásico, humanista, reconstruccionista, liberal… aunque tenemos diferencias en cómo observamos la Ley Judía, todos observamos lo mismo.

Estarás dispuesta a lidiar con el peso de 4000 años de ininterminable y férrea tradición? Si no estás dispuesta, no le generes falsas expectativas al hombre judío que te corteja.

2. LOS VARONES JUDÍOS VAMOS A LA FIJA.

Si lo que buscas al salir con un hombre judío es sólo amistad, o que sean amigos con derechos, o amigovios, o una relación pasajera, o sexo casual… querida, ya perdiste el año! Los varones judíos no hemos sido educados por nuestros padres y rabinos para “pasarla bien” y “mirar qué pasa luego”.

Algunas mujeres advierten: “no salgas con un hombre judío, lo único en lo que ellos piensan es en casarse!”… pues bien, ellas dicen verdad. Y sabes por qué? Porque la Torá dice que “no es bueno que el hombre esté solo” (Bereshit/Génesis 2,18). El Talmud lo ratifica diciendo: “Dios espera con impaciencia que el hombre se case” (Kidushin 29b). Fíjate en esta mishná, mujer: si Dios es impaciente cuando ve a un hombre sin esposa, en consecuencia el varón judío está obligado a apresurarse a casarse lo más rápido posible. Cada día que pasa en amarga soledad, cada semana que pasa sin una mujer a quién amar y que le ame, es un terrible infierno, es la muerte en vida. Aconsejarle a un varón judío que permanezca soltero y que deje pasar meses mientras espera pasivamente a que llegue “la que es”, es obligarlo a actuar en contra de la Voluntad de Dios.

El Talmud también dice: “Quien no se casa, vive sin bendición, sin bondad… sin paz” (Yebamot 62b), y esto también: “Quien no se casa, está en constante pecado y Dios le abandona” (Kidushin 29b, Pesajim 13a). Para nosotros los judíos, la soltería es contraria a la Voluntad de Dios.

Como ves, no se trata de un simple capricho de un simple hombre desesperado por la soledad, es un punto esencial de la vida judía. No importa si se trata de un judío recién separado o que lleve años buscando a su alma gemela, la regla es la misma. Anhelamos con lágrimas poder fundar un hogar y tener hijos y nietos.

Antes de salir con un hombre judío, tienes que analizar lo más objetiva y calculadamente posible esta situación. Nunca le pidas a un chico judío que te espere a que la situación mejore para que puedan salir de nuevo o para formalizar la relación (eso se llama "ponerlo en lista de espera" y es cruel, especialmente si estableces semanas o meses de espera, o simplemente no le das una fecha concreta para volver a salir). 

Si no estás dispuesta a entablar con un varón judío una relación de pareja seria y estable, lo más decente que tú puedes hacer es terminar la comunicación, porque acabarás rompiendo su corazón. Es mejor que le digas en la primera conversación por redes sociales o por teléfono que sólo lo quieres de amigo y nada más, y no hacerle perder tiempo ni dinero; él decidirá si le conviene o no tu oferta.

3. MIRA LA ESENCIA, NO LAS APARIENCIAS.

Una gran ventaja que tú tendrás al salir con un chico judío, es que contrario a los demás varones, los varones judíos no nos dejamos encantar tan fácilmente de una mujer esbelta, sexy y de curvas perfectas. Para nosotros, “engañoso es el encanto y pasajera la belleza” (Mishlei/Proverbios 31,30). El Talmud aconseja: "desciende un escalón y toma una esposa" (Yebamót 63); esto quiere decir que un hombre judío no debe enamorarse de una chica que le atraiga, sino de una mujer que se sienta atraída por él.

Si le gustas de entrada, genial! Pero no te ofendas si al principio él te dice que no le atraes de entrada y aún así quiere conocerte, eso es una excelente señal porque quiere conocer tu personalidad y tus sentimientos por encima de tus encantos físicos… y pueda que termine más enamorado de ti de lo que tú esperabas.

Pero aun así, no dejes de vestirte, peinarte, perfumarte y maquillarte para resaltar tu belleza natural; enamorarse es también un ejercicio de física-química, pero no puede ser jamás un paso de fe ciega! No hay mujer fea sino mal arreglada, así que tú también tienes que poner de tu parte en tu presentación personal.

4. SOBRE COMIDAS, BEBIDAS, FUMAR Y DROGARSE.

Aunque los judíos liberales somos algo laxos a la hora de las comidas, esto no significa que no observemos la Kashrút, nuestra dieta de alimentación ordenada por Dios. Hay carnes que sí podemos comer, hay otras carnes que no podemos comer (estudia el capítulo 11 del Levítico para que sepas qué puede comer un judío y qué no). No comemos hamburguesa con queso ni lasagna napolitana o mixta, porque no podemos comer carnes y lácteos de la misma especie en una misma comida (D’varím/Deuteronomio 14,21). No podemos comer comidas que lleven sangre (D’varím/Deuteronomio 12,23).

En cuanto a bebidas, en el Judaísmo no está prohibido beber alcohol, pero sí se nos advierte que no debemos excedernos, ya que uno pierde el control de sus acciones con unos tragos de más (Midrash Tanjuma, Noaj, cap. 13).

En cuanto a las sustancias alucinógenas, la Ley Judía las prohíbe enfáticamente porque transgreden la mitzvá (mandamiento) de cuidar de la salud (Josué 23,11). La Ley Judía dice: “La salud del cuerpo y el bienestar son parte del sendero hacia Dios, dado que es virtualmente imposible conocer o comprender algo del Creador si se está enfermo. Uno debe por lo tanto evitar todo aquello que pueda dañar al cuerpo, y cultivar hábitos saludables” (Mishne Torá, Hiljot Deot 4:1).

Ten en cuenta estas cosas a la hora de acordar una cita según lo que ustedes decidan que cenarán, almorzarán o beberán. No es que tu hombre judío sea exigente, es que son nuestras ancestrales leyes!

5. TODO LO QUE DIGAS (Y LO QUE NO DIGAS) SERÁ USADO EN TU CONTRA!

Hoy día debes tener mucho cuidado con lo que le escribes a un hombre judío en las redes sociales, en tus mensajes de audio o llamadas telefónicas, o incluso si se lo dices personalmente. Un hombre judío sabe leer entre líneas, interpreta lo que se escribe o se dice, a veces se toma días para analizar qué fue lo que escribirte y luego te hará el reclamo de algo que ni te acordabas que lo dijiste o lo escribiste, pero que la evidencia está ahí frente a tus ojos.

Si tú no tienes planes de entablar una relación de pareja con un chico judío, díselo de entrada antes de que comiencen a salir, para que no haya futuros malentendidos y confusiones. Es preferible que le digas “sólo quiero amistad contigo, nada más”, y no enamorar al pobre y luego matarle lentamente el corazón.

Un judío jamás se comprometerá con ninguna mujer si ella no tiene certezas en la relación, porque la Ley Judía dice que “todo depende de la mujer” (Bereshit Rabbá 17). Seguramente tú, mujer, estás acostumbrada a que los hombres te rueguen y gasten bastante tiempo intentando cortejarte y convencerte de que ellos son lo ideal en tu vida... pero un varón judío no es así. Si tú te pones la camiseta por él, él se la pondrá por ti. Si tú no estás segura de él, él no lo estará de ti. Si le das largas a la relación y no la concretas, él se irá y buscará a otra mujer que sí esté dispuesta a comprometerse con él en todo, de todo y respecto de todo, como está escrito: "y que el rey le confiera el título de reina a otra mujer más digna que ella" (Ester 1,19). Si tú bajas el nivel de romanticismo, él también lo hará. Recuerda: para un judío soltero, en especial si se trata de un judío adulto, el tiempo siempre jugará en su contra y tú no debes interponerte en su camino, a menos que lo quieras realmente para una relación seria de pareja, o como novio o como esposo; si aún tienes dudas o algo no te quedó claro de lo que acabamos de decir, vuelve a estudiar el Apunte N° 2.


Muchos estudiosos de las citas románticas están de acuerdo en que las siguientes frases JAMÁS deben ser dichas a ningún hombre si ya están saliendo: “No estoy preparada para iniciar una relación”, “deberíamos seguir siendo amigos”, “lo mejor es ir despacio y mirar cómo avanzan las cosas”, “dame tiempo”, “salir juntos? Ahí miramos, estamos hablando”. Hablarle o escribirle con frialdad o indiferencia. No reírte de sus bromas o chistes. 

Incluso los gestos físicos dicen aún más: que tú no lo tomes de la mano, que tú no te agarres de gancho de su brazo, que no lo abraces por tu propia iniciativa, que no lo beses con amor y pasión, que no lo mires a los ojos, que no bromees con él ni tú digas nada gracioso, incluso que ni pongas tu mano sobre su pierna ni acaricies su cabello o su rostro… todas estas son señales inequívocas de que una mujer no quiere tener nada con un hombre; porque cuando tú, mujer, estás verdaderamente enamorada de un hombre, te pasa lo de la avena Quaker: “se te nota”. Así que, ten cuidado! si cometes alguno de los errores mencionados, puedes irte despidiendo de tu pretendiente judío. 

Igualmente evita dejar en visto sus mensajes, envíale al menos un emoticón o un bonito mensaje para que sienta que, aunque estás ocupada, piensas en él. Cuando dejas sus mensajes en visto, le estás diciendo “no me interesas”. 

Nunca le digas a un chico judío más de una vez que no tienes tiempo para salir con él. Mi padre y maestro Eliécer HaCohen Sálesman, me enseñó esto cuando yo era adolescente: "cada quien tiene tiempo para lo que quiere; si tú no quieres algo, nunca tendrás tiempo para ello". A quién engañas, mujer? cuando tú realmente estás enamorada, tú sacas tiempo de donde sea para verte con el hombre que te hace suspirar. Cuando no quieres verte con alguien, siempre habrá un catálogo de excusas a tu disposición: que la lluvia, que el tráfico, que es muy temprano, que es muy tarde, que es muy lejos, que el trabajo, que no tienes dinero para el autobús, que estás cansada, que te duele la cabeza... cuando tú te excusas con un hombre judío más de una vez para no salir con él, él entenderá que tú no estás interesada en él. Sayoonara!

Si acuerdan una cita, cúmplela. Si le cancelas repentinamente una una cita por segunda vez, o si se te olvidó que habían acordado una cita, ya no tienes chances de nada. Perdiste. NEXT!!  

No llegues tarde. Si te retrasas, en los tiempos de hoy ya no tienes excusa: debes enviarle al chico un mensaje o llamarlo a su teléfono móvil excusándote y reportando que vas en camino. Por lo menos ten la decencia de informarle por dónde vas o a qué hora promedio estarás llegando (con tantos delincuentes que lastiman, secuestran, drogan o violan a las mujeres, tú tienes que comprender que un hombre judío tiene razones de sobra para preocuparse por tu bienestar, incluso desde la primera cita; no seas desconsiderada y corresponde a tan noble gesto de caballerosidad). Igualmente, cuando cada quien salga para su casa después de la cita, envíale un mensaje informando que llegaste con bien, con vida y con paz, y de paso agradécele por la velada que gozaron; así el chico quedará tranquilo.

En asuntos del amor, a un hombre judío jamás se le deja en lista de espera: o le dices de entrada y sin anestesia que NUNCA serás para él, o lo tomas AHORA que está disponible para ti, o lo perderás PARA SIEMPRE! Enviar a un chico judío a la tan temida e infernal FriendZone (zona de amigos) es condenarlo a la soledad, y hacer eso es pisotear las palabras de Dios "no es bueno que el hombre esté solo".  

Si el chico decide que no va más contigo por todas estas cosas, aléjate de él con respetuoso silencio, y cuida de no ponerte en el plan de víctima diciendo que él te mintió o jugó contigo, cuando las cosas fueron muy diferentes. Para un varón judío, la corona de buen nombre es tan sagrada (Pirkei Avót 4:15), que no tolerará que lo presentes como lo peor del mundo cuando él se comportó dignamente y con rectitud, fue sincero y honesto contigo y te dejó en claro las cosas antes de que ustedes salieran; incluso, de ser necesario guardará tus mensajes y te mostrará en qué te equivocaste si lo recriminas o lo calumnias, para que luego no vayas a salir con lágrimas de cocodrilo diciendo que él te mintió o que jugó contigo. 

Pueda que tú no esté de acuerdo con nuestros argumentos y nuestras razones... pero son NUESTRAS razones. Recuerda que estás tratando con un varón judío, un hijo de Israel, no estás tratando con todos los demás!

6. AL DIABLO CON LAS TÉCNICAS DE SEDUCCIÓN!

Mujeres! Han oído hablar de los AVENs? Es un acrónimo que significa “Artista Venusiano”, y se usa para referirse a un grupo de varones que han estudiado cientos de técnicas para seducir a una mujer y lograr que ustedes deseen tener sexo con ellos, incluso en menos de 5 minutos. Si tú alguna vez hablaste con un desconocido que te abordó de repente y tú no eres consciente de cómo fue que acabaste con él, incluso teniendo sexo en el baño del bar o del restaurante donde se encontraron, es porque tú caíste en las garras de un AVEN.

Si eres de esas mujeres a las que les gusta tener sexo sin compromiso, ni te le acerques a un hombre judío! Un judío liberal fiel a Dios y a la Torá, jamás se aprovechará de una chica. Recuerda: él no es un AVEN, él jamás irá a la cama contigo a menos que tú le digas que también lo deseas, y que él haya decidido que eres tú con quien quiere entablar una relación seria y estable de pareja. Vuelve al Apunte N° 2 si aún tienes dudas. Para un varón judío, es una tragedia que una chica, después de tan apasionantes momentos, rompa con él sin causa justificada, le envíe a la FriendZone o le ponga “en lista de espera”. 


Por otro lado, un varón judío trata con caballerosidad, reverencia y cordialidad a todas las personas, en todo momento y en todo lugar. Y con mayor razón actuará contigo con mucha más cordialidad y caballerosidad, tanto así que hasta en la cama te tratará como a una princesa!

Esto no es una técnica de seducción, así nos educaron en casa y en la sinagoga. Somos conocedores de pautas de urbanidad, de etiqueta y protocolo que nuestros Sabios de antaño nos instruyeron hace muchos siglos: "Haz de recibir a toda persona con rostro cordial". (Pirkei Abot 1: 14). "Apresúrate a saludar a toda persona" (Mishná, Avot 4:20), "… como lo hacía Rabí Iojanan ben Zakai, sobre quien se dijo que jamás hombre alguno se adelantó a él en el saludo, ni siquiera un no-judío en el mercado" (Berajot 17a). "Un hombre debería siempre hablar gentilmente con los demás" (Yoma 86a). "Es mejor retroceder dos o tres niveles de tu lugar, de modo que te digan: ¡Adelántate!, que adelantarse y que te digan ¡Retrocede!" (Vaikra Raba 1:5).

Acerca de las normas de cortesía para comer, la Ley Judía enseña: "No comas como un hambriento, desesperadamente" (Beitzá 25; Shulján Arúj, Oreaj Jaim 170: 9 - Ramá). "No muerdas un alimento y luego lo dejas sobre la mesa, le causará repugnancia a los demás comensales" (Beitzá 25, Shulján Arúj, Oreaj Jaim 170: 10 - Mishná Brurá). "No mires al que come ni a su porción, para no avergonzarlo" (Shulján Arúj, Oreaj Jaim 170: 4).

Para un judío, es repulsivo estar hablando con groserías y con lenguaje sucio, al igual que escuchar a una mujer decir palabrotas: "Por el pecado del habla obscena, las tribulaciones se renuevan" (Shabat 33a). 

Lo-la! Lo-lamentamos, chicas! Pero para un judío, enamorar con caballerosidad a una mujer vale más que seducirla atrevidamente. Qué quieres tú: un AVEN que te haga pasar un buen rato de pasión y luego se olvide de ti? o un novio judío que te va a amar con devoción y respeto, y que te va a tratar por el resto de tu vida como a una princesa? Elige!

7. NO ABUSES! NO LE HAGAS PERDER TIEMPO Y DINERO

El Talmud enseña que un hombre debe comer por debajo de su presupuesto, vestir de acuerdo a su presupuesto, y honrar a su mujer y a sus hijos por encima de su presupuesto (Julín 74 y 84b).

Todo varón judío que se respete, siempre buscará la manera de hacer sentir cómoda a la chica con la que sale… pero en coherencia con la actual Liberación Femenina y el principio de igualdad de género, las chicas deberían reconsiderar muy seriamente cómo se han venido comportando con los varones en este aspecto.

En muchos artículos modernos sobre consejos para citas, se enseña que en una cita romántica, ambos deberían pagar por mitades la cuenta del bar o del restaurante (y sí! también la cuenta del motel!). La tendencia social es que el varón es quien, en un gesto de cortesía, termine pagando todo, pero las mujeres deberían demostrar más compasión con ellos y no acostumbrarse a que el chico sea quien siempre lo pague todo.

No estamos hablando del caso de una chica que realmente está con un presupuesto que raya al saldo en rojo! pero ustedes deben admitir que hay muchas mujeres que no son en lo absoluto compasivas con los varones en este aspecto, pues creen que por el simple hecho de ser mujeres, sólo tienen derechos, pero que no deben asumir ninguna clase de responsabilidad. 

Es ofensivo lo que he dicho? Analicemos juntos la situación: un hombre trabaja duramente durante una o varias semanas para reunir el dinero suficiente con qué invitarte a ti a salir. Él deja de comprarse la ropa que necesita, deja de pagar algunas deudas, incluso hay casos en los que él deja de comer y de atender hasta su propia salud para que tú, mujer, te sientas dignamente tratada en una cita. Así que el dinero con que él paga las cuentas de vuestra cita, es dinero obtenido con lágrimas, sudor y sangre. Es dinero obtenido con mucho sacrificio, es una parte de su vida que él te ofrenda con amor a ti, a través de todo lo que él paga para complacerte.

Hablemos del tiempo: todo varón tiene, al igual que tú, muchos compromisos. Pero él toma la iniciativa y sacrifica parte de su valioso tiempo sólo para verte, así sea un par de horas. Por amor, el hombre judío saca tiempo de donde sea para verte. Un hombre judío jamás te va salir con la frase “estamos hablando para ver cuándo nos vemos”,o "mi trabajo no me da tiempo ni para respirar!", sino que por el contrario, te dirá “tengo tiempo tal día y tengo dos o cuatro horas disponibles; podemos vernos en tal sitio?”. Él deja de hacer muchas cosas importantes para dedicarte a ti su tiempo. Te espera con paciencia y esperanza, a veces soportando frío, lluvia, incomodidades y a veces hasta poniendo en peligro su propia seguridad… sólo para verte!



Cuando tú no valoras su sacrificio y te pones en el plan de niña caprichosa y malcriada pidiendo lo más caro que ves en el menú, o haciéndole gastar dinero en citas cuando tú no estás interesada en entablar una relación seria de pareja con él, o simplemente dejándolo plantado o cancelándole de repente las citas u olvidándolas, no te estás comportando como una mujer digna, sino que al contrario: estás comportándote como el Faraón que esclavizó y oprimió a nuestros antepasados durante siglos de servidumbre (Sh’mót/Éxodo cap. 1). Y la Torá ordena: “no oprimirás a tu prójimo” (Vayikrá/Levítico 19,13). 

Un hombre judío jamás te echará en cara el dinero que gaste en ti, porque el dinero siempre se puede recuperar (de hecho, el dinero es lo primero que uno siempre recupera!)... pero él no te perdonará que le hagas perder el tiempo, porque el tiempo perdido jamás se puede recuperar, y aún más si vas a salir con un judío que ya no tiene 20 ni 30 años. Recuerda: los varones judíos necesitamos de certezas para mantenernos en la relación, de lo contrario nos vamos con nuestro rock a otro parque!

Un varón judío te enviará a freír espárragos si lo dejas plantado, aún en la primera cita, o si le cancelas más de una vez la cita, o si olvidas que tenían una cita acordada, o si pides lo más caro del menú (porque eso demuestra que estás acostumbrada a los lujos y no soportarás una vida más sencilla), o si después de dos o tres salidas tú no te decides por él (los días de amplia conversación por Whatsapp o por teléfono, cuentan como parte del proceso de conocerse, así que no puedes salirle con la excusa de que “necesitamos mucho más tiempo para conocernos”). Si esto llega a ocurrir, trágate tu orgullo de mujer y asume las consecuencias de tus decisiones. Hasta la vista, baby!

8. PODRÁS SOPORTAR EL VOLTAJE DE TENER UN NOVIO JUDÍO?

Casi nadie nos soporta! A veces ni entre nosotros mismos nos soportamos! Los judíos somos muy radicales, tercos, testarudos, peleones, rebeldes y obstinados. No razonamos como razona el resto de la Humanidad, tenemos nuestra propia lógica. Cuestionamos, suponemos (que es otra manera de preguntar), controvertimos mucho. Lo llevamos en nuestra sangre, está en nuestra genética, tanto así que hasta Dios Bendito mismo se quejaba a veces de nosotros, diciendo que somos “un pueblo de dura cerviz” (Sh’mót/Éxodo 32,9). Admitámoslo! Somos gente muy complicada de llevar!  

A veces somos arrogantes y narcisistas… y cómo no serlo? Somos de las pocas naciones del mundo que ha sobrevivido a múltiples genocidios sistemáticos, y aún seguimos vivos! Aún hoy día, medio mundo nos sigue odiando con base en mitos urbanos y fake news (falsas noticias)… y aquí seguimos, con la frente en alto. Mucha de nuestra gente le ha dado innumerables aportes a la Humanidad: en las artes, en la ciencia, en la política, en la economía, en la educación, en los deportes, en la ética, en la religión (el Judaísmo es la primera religión monoteísta del mundo, con 4000 años de historia y tradición!)… casi nadie sabe que las memorias USB son un invento judío! la mayoría de los Premios Nobel son judíos. 

Los judíos en general tenemos un nivel de educación muy superior en comparación a muchas otras naciones más poderosas y ricas. Muchos de nosotros hablamos como mínimo tres idiomas, y leemos, por menos, un libro completo cada mes. Conocemos países, pueblos y grupos étnicos cuyos nombres tal vez jamás has escuchado. Muchos de nosotros somos melómanos, sabemos tocar al menos dos instrumentos musicales, y nuestro oído y conocimiento musical va muchísimo más allá del reggetón y la música local de tu país. Somos una nación elegida por Dios para darlo a conocer, y hoy día para ayudar a establecer la paz en el mundo. El futuro que Dios decretó para el Pueblo Judío es brillante, y el mundo entero se va a beneficiar de esa bendición futura que los judíos hemos de recibir. 

Dime si no es motivo para enorgullecerse de ser quienes somos y de lo que somos! Aún así quieres que tu chico judío se comporte como todos los demás, sólo para que él se acomode a tus necesidades afectivas y a tus intereses sociales?

Pero eso no quiere decir que seamos gente malvada. Los judíos somos personas muy trabajadoras, le damos alta importancia a lo ético, no nos gustan las injusticias ni la mediocridad. Adoramos la vida familiar! Nos gusta que todo salga lo mejor posible. Somos gente de honor: si nos comprometemos con algo con alguien, cumplimos con nuestra palabra. No somos gente tropelera o buscapleitos, amamos la paz y procuramos que nadie salga lastimado por nuestra culpa. Somos muy recursivos o creativos. Podemos discutir, enojarnos en el momento y no querer hablar más, pero horas o días después ya estamos hablando nuevamente con cariño y alegría, como si nada hubiera pasado, porque se nos tiene prohibido estar enojados: "La persona que se enoja olvida su olvido y aumenta la estupidez en su cabeza (Nedarim 22b)", y también: "El que desgarra sus ropas por su enojo, el que rompe sus utensilios por su enojo, y el que arroja su dinero por enojo, se considera como quien está cometiendo idolatría" (Shabat 105b). 

No todos somos millonarios como falsamente le han hecho creer a la gente… pero somos muy ricos: ricos en sabiduría, en historia, en cultura, en valores, en espiritualidad. Es verdad que discutimos mucho entre nosotros, pero jamás nos odiamos; sabemos escucharnos en medio de nuestras cantaletas y salimos con grandes ideas de esas airadas discusiones, porque el viejo dicho reza: “donde hay dos judíos, hay tres opiniones”.


 Contrario a muchos hombres, los varones judíos tenemos temor de Dios, amamos a Dios por encima de todo (D'varím/Deuteronomio 6,5) y aunque a veces discutamos con Él, por lo general no concebimos la vida sin el Santo Bendito Sea. Tenemos plena conciencia de que comportarnos bien y dignamente con los demás y con la Naturaleza, es también como honramos al Hacedor del Universo. Amamos la vida matrimonial. La anhelamos con toda el alma, y sabemos ser esposos amorosos, padres ejemplares y amos de casa abnegados. Nos entrenaron para esto! Queremos casarnos, tener hijos y nietos. Somos leales con la mujer que sea nuestra novia o esposa, siempre y cuando esa mujer nos ame, nos respete, nos admire y nos apoye. 

La violencia conyugal e intrafamiliar está estrictamente prohibida por la Ley Judía: "Un hombre siempre debe ser escrupuloso en en el honor que rinde a su mujer, porque la bendición se encuentra en el hogar de un hombre, sólo en virtud de su esposa; por siempre, sea el hombre cuidadoso de no maltratar a su mujer, pues por ser su lágrima frecuente, muy pronto se siente maltratada" (Babá Metziá 59), y también: "a la mujer, su marido la alegra" (Kidushin 34). "Un hombre debe amar a su mujer como a sí mismo, pero debe honrarla más que a sí mismo" (Yebamót 62b, Sanedrín 76b). "Un hombre siempre debe alabar a su esposa, por el bien de la armonía conyugal" (Midrásh Yelamdenu). "Un hombre debe ser amable y no exigente en su casa" (Midrásh Bamidbár Rabá 89). 

No nos andamos con tibiezas ni con excusas de poner el arroz en bajo; nos ofende que nos manden a la lista de espera con excusas del tipo “démonos un tiempo”, “vayamos despacio para conocernos mejor”, “mejor sigamos siendo amigos” (como dice Gianluca Grignani: “amigos, para qué? Maldita sea! A un amigo lo perdono, pero a ti te amo”). Cuando estamos seguros de amar a una chica, el asunto ni siquiera está en discusión. En los asuntos del amor, lo queremos TODO O NADA. Pero cuando nuestro amor no es debidamente correspondido, o cuando la muy condenada nos envía a la FriendZone, simple: apaga y vámonos, aquí ya no hay nada más que se pueda hacer!

Una chica me preguntaba: "Raby, se puede re-conquistar a un hombre judío al que le quedé mal en algún momento?" La respuesta es SÍ, siempre y cuando él no se haya comprometido con otra chica. Acerca del perdón, en el Judaísmo no lo manejamos como la gente no-judía está acostumbrada; el Gran Rabino de Colombia Alfredo Goldschmidt enseña que "para poder perdonar, la parte ofensora debe reconocer que lo que se hizo, estuvo mal hecho", pues no se puede perdonar a quien no admite que se equivocó, y no le puedes exigir al ofendido que admita errores que no cometió. 

Si el chico está disponible para ti, decirle "perdóname por todo lo pasado, pero te quiero, siento que puedo ser feliz a tu lado y no te quiero perder"... créeme que esas palabras desarman a cualquier corazón duro, y con toda seguridad lo tendrás de vuelta para ti, porque a los judíos se nos prohíbe guardar rencor: "no tomes venganza ni guardes rencor, ama a tu prójimo como a ti mismo; Yo soy Dios" (Vayikrá/Levítico 19,18). 

La mala noticia de este asunto, es que esta vez tú tendrás que realizar un esfuerzo extra para poder ganarte su corazón, demostrarle que en verdad lo amas y convencerlo de que tú eres lo mejor en su vida, y que ninguna mujer podrá darle el amor y la felicidad que sólo tú le puedes dar. Tienes que decírselo y demostrárselo, de lo contrario lo perderás nuevamente.



La próxima vez que te guste un hombre judío y contemples la posibilidad de salir con él, estudia antes este artículo y no olvides las notas que te he expuesto; atiende las advertencias que aquí se indicaron, y si sientes algo por ese chico, no lo dudes: entrégate a ese hombre, ámalo de verdad y él te amará de verdad; dedícate a ser feliz a su lado, formen un amoroso hogar y construyan una muy hermosa historia de amor, a tal punto que hasta otros matrimonios quieran seguir el ejemplo de ustedes.

Muchos éxitos, y quiera Dios Bendito que más adelante les podamos gritar a ustedes con alegría: Mazal Tov!

Comentarios

  1. Hola gracias por tan hermosas palabras. Tengo Una consulta hace ya casi tres meses empeze a salir con el que es mi enamorado quien es de Israel pero no religioso. El es divorciado de su primera esposa que es Julia y ambos tienen un Hijo. El se divorcio de su esposa hace 8 años ya . Yo lo conoci en una website y hace ya tres meses que salimos y creame yo me enamore de el desde el primer momento que lo vi. Hubo una coneccion muy fuerte entre El y yo. El era tan amable,tan amoroso y me ayudo mucho economicamente. Y hace una semana decidimos mudarnos juntos. Pero desde entonces su comportamiento ha cambiado un poco. Yo no soy judia pero eso a El no le importo. Pero me he dado cuenta que ahora que estamos juntos esta menos amoroso, no le gusta que le a avarice ya no me agarro o abraza cuando salimos y El era asi siempre antes pero ahora eso ha cambiado. Me ha dicho que me Ama pero no quiere casarse al menos no en mucho tiempo. Yo Estoy enamorada de El lo Amo pero como le digo ahora que ya vivimos juntos El esta un poco different. No Tengo idea de lo que pase. Que me aconseja? Por favor yo de Todo corazon quiero hacerlo Feliz y Amarlo por el resto de mi Vida. Pero no se porque El esta different desde que nos mudarnos.. Aconsejeme por favor..

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    1. Hola Unknown. Tu caso es muy interesante. Por un lado debo hacerte un llamado de atención, porque irse a vivir juntos a los tres meses de haberse conocido personalmente, es un tiempo demasiado corto para poder conocer muy bien a una persona; debieron haber esperado entre uno y dos años para ello. Entiendo lo profundamente enamorada que estás, pero el amor se demuestra, no se profesa. Te invito a que tengas en cuenta esto: 1) te dijo que no quiere casarse, señal de que no quiere nada serio contigo, tiene miedo a comprometerse, no quiere verse atado a una yugo matrimonial. Si lo que buscas es formar una familia, un matrimonio, estabilidad amorosa, definitivamente él no es el candidato ideal para ti, porque ustedes no tienen el mismo propósito. Y 2) si él ya no te abraza ni te toma de la mano ni te besa (en especial cuando salen), es porque sin duda alguna él cometió contra ti un acto hostil; confróntalo, pídele que sea honesto contigo y que te diga qué fue lo malo que hizo como para avergonzarse de ti en público y en privado, así te rompa el corazón. Es mejor llorar en la realidad que reír en la fantasía, es mejor una amarga verdad que una dulce mentira. Tú te mereces a un hombre que se ponga la camiseta por ti, que no se avergüence de ti, que no sólo te diga que te ama sino que te lo demuestre con honestidad, con hechos concretos y con actos honorables. Si tienes que acabar con esta farsa y regresar a tu casa, hazlo y vuelve a empezar desde cero con otro hombre que realmente te valore y te respete. No le des prioridad a quien sólo te tiene como un pasatiempo. Ah! y no te vuelvas a apresurar a convivir con quien apenas acabas de conocer en Internet, pues el Talmud dice: "no es lo mismo lo que uno oye, a lo que uno ve". Cualquier otra inquietud me puedes escribir directamente a mi email rabinorichard@gmail.com . Éxitos!!

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