El misterio del Mesías en el Judaísmo Liberal... ni tan misterioso!


Me parece que los judíos nos hemos dejado robar una parte esencial de nuestra identidad común; pues todos los judíos, de una u otra forma, somos mesiánicos porque esperamos la Venida del Mashíaj (es uno de los 13 Axiomas tabulados por Rambám! Este axioma reza: “Yo creo con toda certeza en la Venida del Mashíaj, y le esperaré aunque se demore en llegar”)…

… entonces, cómo fue que permitimos que otros se apropiaran de esta expresión tan nuestra y tan llena de esperanza de un mundo de paz? Por qué señalamos a otros de “mesiánicos” y nos hemos puesto nosotros mismos al margen, como un pueblo sin esperanza? Es mi humilde opinión.

Diversas Versiones del Mashíaj

En el Judaísmo existen diversas visiones y esperanzas acerca del Mashíaj. Los ortodoxos creen que el Mashíaj es un judío nacido de papá y mamá judíos, y que deberá cumplir con tres tareas puntuales: 1) reconstruir el Beit HaKmidásh (el Templo, en el lugar que hoy día está ocupado por el Qubbat al-Sakhrah – Domo de la Roca - y la mezquita Al-Aqsa); 2) recoger a todos los judíos dispersos por el mundo y llevarlos a vivir a Israel, y 3) establecer la paz mundial.

Los sionistas radicales, además de lo anterior, creen que el Mashíaj destruirá mediante la guerra total a todos los países árabes y establecerá al Estado de Israel como la gloriosa superpotencia global, desde donde el Mashíaj gobernará eternamente.

Una tradición rabínica dice que el Mashíaj vive eternamente y que está en las puertas de Roma esperando el momento para actuar. Otra tradición dice que en cada generación nace un Mashíaj, pero él no sabe que lo es.

Para los judíos reformistas clásicos, el Mashíaj no es un solo individuo sino una colectividad judía trabajando por la paz. Para los kabalistas el Mashíaj no es un ser humano, sino una era de paz y de fraternidad universal, y todos los seres humanos debemos trabajar conjuntamente para acelerar la llegada de los Días del Mashíaj, la Era Mesiánica.

Como ustedes pueden ver, hasta la fecha los judíos no nos hemos podido poner de acuerdo; así por tanto, se me ocurre que el tema se puede resumir con el siguiente slogan: “esperamos al Mashíaj, no sabemos qué es!”.

Y esto es muy bueno que suceda así porque, al tener cada corriente de observancia una visión diversa y particular de lo que considera qué es el Mashíaj (ya sea un individuo sagrado, un líder político-militar, una colectividad, toda la humanidad, o una era de paz y fraternidad universal), nos enriquecemos con la esperanza de un mundo mejor y nos anima a poner lo que corresponda de nuestra parte para que este anhelo sea una realidad prontamente y en nuestros días.

Tú También Eres un Mashíaj!

En el Judaísmo Liberal e Independiente no hay ningún problema en reconocer que la vocación mesiánica trasciende, incluso, las fronteras de Am Israel; es decir, que no es necesario que el Mashíaj surja de entre los judíos; y la prueba bíblica que tenemos para demostrarlo, es que el Rey Ciro de Persia es llamado por Dios Bendito “su Mashíaj”. El texto hebreo original de Isaías dice: “koh amár Adonai leMeshijú l’Kóresh” (así habla el Señor a Su Ungido, a Ciro; Isaías 45,1).

Así pues, todo ser humano que ame de corazón al Dios de la Vida y trabaje por la paz del mundo, ese es un Mashíaj, un Ungido de Dios. Por lo tanto, no existe un único individuo con la misión mesiánica, sino que por el contrario: hay cientos de miles de Mesías allá afuera, cada quien y según sus aptitudes y niveles, cumpliendo con la misión que Dios les ha encomendado.

Y esta es una hermosa noticia que el Judaísmo Liberal e Independiente te está dando a ti, que estás leyendo estas líneas, sin importar tu raza, tu religión, tu género, tu nacionalidad, tu edad o tu nivel socio-económico: tú también eres un Mesías! No eres el resultado de un accidente. Tu nacimiento fue programado por Dios Bendito para que tú vinieras a este mundo, y en esta época específica de la Historia, con una tarea específica… cambiar el mundo? No! Es algo mucho mejor, más realista y más práctico: REPARARLO. Eso es lo que en el Judaísmo llamamos Tikún HaOlám (reparación del mundo).

Seguramente has visto la super-famosa saga cinematográfica Matrix. Recuerdas a Neo? Pues bien, la vocación de Neo sigue exactamente el mismo patrón mesiánico que el Judaísmo, en su diversidad de visiones acerca del Mashíaj, enseña.

3 Niveles de Mesianidad para Reparar el Mundo

Hay Mesías que deben ayudar a reparar la historia de sus respectivas familias. Y es que hoy día, ser un Mesías familiar (o tribal, como dicen los Unificacionistas) se está convirtiendo en una titánica tarea. Es muy fácil abandonar a los hijos y que por lo general la mamá se encargue de ellos, divorciarse por tonterías, abandonar para siempre a los papás o a los hermanos, vivir en la soltería para pasar el resto de la vida en juergas, rumbas y otras diversiones. Hoy día la moda es no comprometerse… pero ayudar a mantener la unidad familiar, y que esa unidad familiar trascienda por generaciones, y que la familia sea exitosa, eso sólo lo logran los Mesías tribales o familiares.

Hay Mesías que tienen que trabajar aún más duramente para ayudar a sus respectivos países a mantener la unidad y la paz. Esos son los Mesías nacionales. Tienen que arriesgar sus vidas por defender a sus compatriotas, desafiar a los gobernantes arrogantes y corruptos (todos los profetas bíblicos de Israel eran Mesías nacionales, y sufrieron mucho por mantener en firme la alianza que su Nación había pactado con Dios siglos atrás).

Hay Mesías mundiales… pero no te dejes engañar! No todos los Premios Nobel de Paz son Mesías Mundiales (tú lo sabes: a veces este premio es entregado a personas de dudosa reputación y ocurre más por conveniencias políticas que por un verdadero reconocimiento a los esfuerzos por la verdadera paz). Son quienes trabajan para que haya reconciliación y paz en el mundo.

Los Mesías mundiales están entrenados para trascender las barreras de la nacionalidad, de la religión y de las razas; ven a la Humanidad entera como una sola familia creada por Dios. A nadie consideran de segunda categoría. Y al igual que los Mesías nacionales: medio mundo los quiere… pero a tres metros bajo tierra! En especial las mafias políticas, económicas, sociales y religiosas, porque los Mesías mundiales son un peligro para sus intereses de poder.

Ten Cuidado con los Falsos Mesías!

En el Judaísmo Liberal e Independiente hemos aprendido que esta posición acerca del Mashíaj nos blinda por completo del peligro de estar siguiendo a falsos profetas que, en sus delirios de grandeza y otros trastornos psicológicos, sólo buscan poder y dinero a costa de la buena fe de las personas que les siguen ingenuamente o engañadas mediante explicaciones doctrinales aparentemente convincentes.

Identificar a un falso Mesías es muy sencillo. Están por todas partes! En los gobiernos de los países, en las congregaciones religiosas, en las juntas directivas de las multinacionales…

Cómo saber quién es un falso Mesías? Por lo general estos individuos no ayudan a la gente a que sean mejores personas. Lo primero que buscan es que la gente los siga ciegamente, los obedezcan en todo lo que se les ocurra. Los falsos Mesías no permiten la investigación, la crítica, el cuestionamiento. El rabino Noah Weinberg enseña: “hay que desconfiar de todo aquel que descalifica el cuestionamiento; todo aquel que desalienta la posibilidad de preguntar, tiene miedo de que se ponga al descubierto la falsedad de sus creencias”.

Los falsos Mesías tienen respuestas demasiado simplistas para cuestiones demasiado complejas de la vida. Tienen respuestas para absolutamente todo, pero no es como resultado de años de serios estudios profesionales. Nunca dicen “no lo sé”, ni tampoco “déjame investigar y luego te daré una respuesta”. Te dicen que su conocimiento viene directamente de los Cielos, y que por eso no debes atreverte a cuestionarlo.

Los falsos Mesías siempre buscan ser adorados. Le quitan a Dios Bendito el honor que le corresponde exclusivamente a Él! Eso es lo que en psicología religiosa se llama culto a la personalidad. Esa técnica de manipulación sectaria la usan con macabra perfección todos los dictadores de izquierda y de derecha. También algunos líderes religiosos narcisistas (que se aman sólo a sí mismos).

Los falsos Mesías no permiten que nadie los iguale o los supere, siempre quieren permanecer en el trono en el que la gente los subió tontamente. “Quien intente igualarme o superarme, sufrirá castigos”, suelen decir. Los verdaderos Mesías, por el contrario, animan a sus seguidores a que los igualen o los superen; “sean mejores que yo, ustedes pueden superar el estándar que yo establecí”, enseñan los verdaderos Mesías.

Los falsos Mesías nunca liberan a la gente, sino que por el contrario, la esclavizan. Hoy día los falsos Mesías usan múltiples técnicas de manipulación sectaria para que sus víctimas jamás sepan que están siendo esclavizadas. Qué buscan de ellas? Sólo dos cosas: su dinero y su mano de obra gratuita.

NOTA: Si quieres conocer ésta y otras técnicas que manipulación sectaria que usan los falsos Mesías, te invito a estudiar mi libro Desconectándote de Matrix, el cual puedes descargar completamente GRATIS haciendo click aquí.

Tu pareja también puede ser un falso Mesías, lo sabías? cuando se obsesiona contigo, te quita tu libertad, destruye tus relaciones familiares y amistades, e invade todos tus espacios; cuando te quita tu capacidad de tomar decisiones libremente y te repite una y otra vez que él/ella es y debe ser todo en tu vida, que no puedes vivir tu vida sin él/ella, que no le puedes abandonar porque acabarás mal en la vida, que sin él/ella la vida no tiene sentido. Y muchas veces, los falsos Mesías han terminado asesinando a quien decían que amaban!

Conoces la Misión Mesiánica? O Ya la Asumiste?

Morfeo, el mentor de Neo, en la saga de Matrix, le dice algo muy sabio propio de la misión mesiánica: “hay una gran diferencia entre conocer el camino, y andarlo”.

Pueda ser que tú sepas mucho acerca de lo que es un Mesías, o que ya tengas como Mesías a alguien en especial, a quien tú consideras que es tu punto de referencia en tu vida, o tal vez tu póliza de garantía de entrada al Cielo.

El Judaísmo Liberal e Independiente te invita a que vayas mucho más allá y descubras que tú también puedes asumir esa misma tarea mesiánica, independientemente de tus creencias religiosas, tu nacionalidad, tu género, tu edad, tu raza o tu nivel socio-económico; pero lo más importante: no necesitas abandonar nada de todo esto – ni siquiera tu familia! – para hacer la tarea. Allí desde donde estás debes trabajar, porque es allí donde estás que la gente te necesita. Y aunque te rechacen o no te lo digan, sus almas están clamando que les ayudes a ser mejores personas.


Ya conoces el camino, pero ahora ya sabes que también puedes recorrerlo, y ayudar a todos los demás Mesías a dejar este mundo mucho mejor que como lo recibimos; a eso te envío Dios Bendito a este mundo, y ese es el legado que tenemos que dejarle todas y todos a las generaciones venideras. Esperamos que tú, que estás leyendo estas líneas, asumas seriamente tu tarea mesiánica prontamente y en nuestros días. 

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