La Birkát Cohamín (Bendición Sacerdotal) en el Judaísmo Liberal e Independiente
Hoy resolveremos de manera muy sencilla por qué el rabino, en el Judaísmo Liberal e Independiente, tiene autoridad (e incluso el deber) de bendecir a la congregación, en caso de que no hubiera un cohen - descendiente de sangre de Aharón - en medio de la asamblea.
En todo hogar judío, es costumbre que los padres bendigan a sus hijos con una bendición especial, pero agregando además la Birkát Cohamím (Bendición Sacerdotal). En ninguna parte de la Halajá aparece reglamentada esta costumbre, por lo que tampoco se dice por ningún lado que los padres judíos no puedan bendecir a sus hijos usando la fórmula de bendición de los Cohamím.
Por derivación, es obligación de todo rabino, entonces, bendecir a la congregación conforme la bendición prescrita si no hubiera un cohen presente (situación muy común entre los sefardíes B'nei Anusím, ya que es imposible determinar quién realmente es un cohen debido a los grados de asimilación racial de más de 500 años, y no por esto la comunidad debe quedar privada de recibir la Birkát Cohaním), porque el rabino, debido a su estricta formación académica y espiritual, es el guía espiritual de su comunidad, de la misma manera que el padre de familia judío lo es para sus hijos. En todos los casos, sea cohen o sea rabino, ambos deben bendecir a las personas siguiendo lo prescrito en la Halajá: “No se bendice salvo en hebreo (lengua sagrada), de pie, con las manos extendidas y en voz alta” (Shulján Arúj Oraj Jaím 128:14).
La costumbre ortodoxa es que los cohamín se quiten los zapatos para impartir la bendición (B.Sotá 40a), pero la costumbre liberal no obliga al cohen o rabino a ello, pues la halajá que leímos anteriormente sólo dice "de pie" y no "descalzos". Además, la Halajá ordena que quien va a bendecir, no debe descalzarse en lugares donde no es la costumbre hacerlo (Mishná Berurá 128:18).
Aunque la Torá dice que la Birkát Cohamím es para bendecir "a los hijos de Israel" (Bamidbár 6,22), esto quiere decir que los israelitas son los primeros destinatarios de la bendición, pero no los únicos, pues está escrito: "no tenemos todos un mismo Padre?" (Malaji/Malaquías 2,20). El Judaísmo Liberal e Independiente reconoce que HaShem no es exclusivamente el Dios de Israel, sino que es el Dios de la Humanidad entera, por eso en nuestras bendiciones cotidianas lo llamamos Mélej HaOlám (Soberano del Universo). De no ser así, si HaShem no es el Dios de la Humanidad entera (Y no sólo de AmIsrael), entonces HaShem no es Dios. Simple! Y aquí se entiende por qué, en el Judaísmo Liberal e Independiente, todo cohen o rabino está obligado a bendecir a cualquier ser humano, sin distinción alguna, que solicite ser bendecido.
Y yo, como rabino liberal, cumplo a rajatabla con esta prescripción.
En la Birkát Cohaním, ni siquiera es el cohen o el rabino quien bendice, sino que es Dios Bendito (Moré Nevujim III cap. 44, Ha'akedá 74; Jinuj 378). Por esta razón, la Birkát Cohamím ya no es exclusiva del Pueblo Judío; es un patrimonio espiritual que Dios Bendito ha legado a la Humanidad para demostrarle cuánto le ama. Así que es válido que incluso, en las demás tradiciones de fe abrahámicas (que reconocen al Dios Único y a Abraham como ancestro común, tales como el Cristianismo y el Islam) se use esta bendición para implorar las misericordias del Hacedor de Universo para quienes reciben la bendición. Un ejemplo de ello es el uso de la Birkát Cohamín entre algunos sacerdotes y los frailes de la comunidad Franciscana en la Iglesia Católica, y algunos pastores cristianos protestantes.
Nos distanciamos, también, de la postura de algunos sectores de la Ortodoxia, que prohíben impartir la Birkát Cohamín fuera de Eretz Israel.
Está prohibido que una persona que profesa cualquier clase de fanatismos, apologías del odio, estigmatizaciones o discriminaciones de cualquier clase, recite Birkát Cohamín sobre las personas porque no lo está haciendo con amor (condición sine qua non para poder bendecir; Mishná Berurá 128:37, HaRatzia Olat Reaiá 2:413). Incluso, un cohen o rabino que odie a otros judíos o a los no-judíos, no debe bendecir.
La postura de la Ortodoxia es que no se debe bendecir a una comunidad que odia al que bendice, así se halle allí una sola persona que odie al que va a bendecir. La postura Liberal es bendecir a toda la comunidad si se hallen presentes, por lo menos, 10 personas que aprecien al cohen o al rabino, conforme HaShem Bendito le dijo a Avraham Avinu con respecto a Sodoma: "lo ashjít ba'avúr ha'asharáh" (no destruiré por los diez; Bereshít/Génesis 18,32).
Que nunca nos falte la bendición de Dios, de manos de todas las personas de buen corazón, que Le aman y que aman a la Humanidad entera!
Que maravilla! Muchas bendiciones a ti Rab Richard Gamboa
ResponderEliminar